amor de Dios

amor de DiosLas flores primaverales se han extendido vigorosamente pero suavemente y sostienen sus cabezas hacia la cálida luz del sol. Único es nuestro Creador que ejerce todo amor y poder sobre lo visible e invisible. Cuando miramos y tomamos conciencia de esta verdad, nos asombramos. Hay algunas cosas que podemos explicar humanamente, pero hay cosas que no podemos entender sin el Espíritu Santo.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todos los que creen en él no se pierdan, mas tengan vida eterna" (Juan 3,16).

El amor de Dios, que es su esencia, penetra hasta nosotros los humanos, aunque queramos resistirlo en nuestra dureza de corazón. Al igual que las flores, consciente o inconscientemente tenemos un profundo anhelo de calidez y luz en el oscuro reino terrenal. Por eso nuestra cabeza y nuestro corazón se extienden hacia nuestro Dios Creador, de quien podemos recibir su amor, su luz y su vida.

La generosa oferta de amor divino de Dios nos afecta personalmente a ti y a mí, pero al mismo tiempo también a todos los hombres de la tierra. Ninguna persona está excluida del amor de Dios, pero todos son bendecidos con el amor de Dios. Desafortunadamente, muchas personas todavía ignoran a Dios o incluso hacen todo lo posible para luchar contra su maravillosa oferta de amor. Esto es muy triste y lamentable, porque el amor que nos quiere dar es a su amado Hijo, Jesús. No es posible recibir un regalo mayor. Así como el Padre ama a Su Hijo Jesús, Él nos ama a ti y a mí. Encomendémonos juntos a Dios, a su palabra y a su amor inconmensurable. Jesús vino a un mundo que hoy está en problemas como entonces. Vivió entre nosotros y, más aún, dio su vida en la cruz por amor a nosotros.

Mucha gente asume que nuestra vida finalmente termina cuando morimos. Pero Jesús nos dijo: “Yo soy la resurrección y la vida” (Juan 11,25). Por eso decidí creer en Jesús y sus palabras. Ahora vivo con Jesús y pongo mi fe y confianza en él. A través de mi fe, que Dios me ha dado, vivo mi nueva vida en una relación eterna con el Padre y el Hijo de Dios. También recibí como regalo esta relación eterna. No termina con mi muerte, sino que será revivido por Jesús cuando regrese en la resurrección con un cuerpo resucitado con el cual viviré eternamente en su presencia.

En su amor, Jesús ofreció esta relación, vida eterna y resurrección no sólo a mí, sino a ti y a todas las personas que aceptan con gratitud el amor de Dios.

por Toni Püntener


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