Defensor de la fe

“Creo necesario exhortaros en mi carta a luchar por la fe que ha sido encomendada a los santos de una vez por todas” (Judas 3).

Recientemente estaba mirando una de las monedas que recibí mientras cambiaba en Inglaterra y noté una inscripción alrededor del retrato de la Reina: “Elisabeth II DG REG. FD.” Eso significa: “Elisabeth II The Gratia Regina Fidei Defensor”. Es una frase en latín que se puede encontrar en todas las monedas de Inglaterra y que significa traducido: “Elisabeth II, por la gracia de Dios, Reina, Defensora de la Fe.” Para nuestra Reina, este no es solo un título entre muchos otros, pero una responsabilidad y un llamamiento que no sólo ha tomado en serio, sino que ha cumplido fielmente a lo largo de los años que lleva en el trono.

En los últimos años, los mensajes de la Reina en Navidad se han mantenido en un tono abiertamente cristiano, con el nombre de Cristo y citas de las Santas Escrituras en el centro de su mensaje. El Mensaje del Año 2015 fue considerado por muchos como el más cristiano porque hablaba de la oscuridad del año pasado y de la luz que uno encuentra en Cristo. Cientos de millones de personas en todo el mundo ven estos mensajes, y la Reina aprovecha esta oportunidad para compartir su fe con esta gran audiencia.

Es posible que nunca podamos llegar a millones de personas, pero hay oportunidades para que compartamos algo de nuestra fe. Las oportunidades surgen en el trabajo o la escuela, en nuestras familias o con un vecino. ¿Aprovechamos al máximo las oportunidades a medida que surgen? Si bien no llevamos el título de defensores de la fe, por la gracia de Dios cada uno de nosotros puede ser un defensor de la fe al compartir las buenas nuevas de lo que Dios ha hecho por el mundo a través de Jesucristo. Cada uno de nosotros tiene una historia que contar acerca de cómo Dios ha obrado en nuestra vida y cómo puede obrar en la vida de los demás. Este mundo necesita desesperadamente escuchar estas historias.

Realmente vivimos en un mundo oscuro y queremos emular el ejemplo de la Reina y difundir la luz de Jesús, defendiendo nuestra fe. Nosotros también tenemos esta responsabilidad, una que debemos tomar en serio. Es un mensaje importante que no se puede dejar solo a la reina de Inglaterra.

la oración:

Padre, gracias por nuestra Reina y por muchos años de servicio dedicado. Podemos aprender de su ejemplo y convertirnos en defensores de la fe en nuestro ministerio. Amén.

por Barry Robinson


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