Körpersprache

545 lenguaje corporal¿Eres buen comunicador? Nos comunicamos no solo a través de lo que decimos o escribimos, sino también con señales que damos consciente o inconscientemente. Nuestro lenguaje corporal se comunica con otras personas y envía información adicional a la simple palabra hablada. Por ejemplo, alguien que asiste a una entrevista de trabajo puede decirle a su posible empleador que se siente cómodo, pero sus manos apretadas y el movimiento de la silla transmiten algo más. Una persona puede fingir interés en lo que otra persona está diciendo, pero su constante falta de contacto visual delata el juego. Curiosamente, el apóstol Pablo describe que cada uno de nosotros es parte del cuerpo de Cristo: "Pero ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro" (1. Corintios 12,27).

Surge la pregunta: ¿qué lenguaje corporal comunicas como miembro del cuerpo de Cristo? Puede decir o escribir muchas cosas buenas, positivas y alentadoras, pero es su forma de actuar lo que dice mucho más. La forma en que moldeas tu vida comunica en voz alta y clara cuáles son tus valores y creencias. Tus actitudes transmiten el verdadero mensaje que les brindas a quienes te rodean.
Como individuos, comunidades locales o iglesias, ¿somos cálidos, amables y receptivos con los demás? ¿O somos egoístas y locos y apenas notamos a nadie fuera de nuestro pequeño grupo? Nuestras actitudes hablan y se comunican con el mundo observador. Nuestras palabras de amor, aceptación, aprecio y pertenencia pueden detenerse en seco si nuestro lenguaje corporal las niega.

«Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque todos somos bautizados en un cuerpo por un solo espíritu, sean judíos o griegos, esclavos o libres, y todos estamos imbuidos de un solo espíritu. Porque incluso el cuerpo no es un miembro, sino muchos »(1. Corintios 12,12-14).
Queremos afirmar que nuestro lenguaje corporal debe honrar a todos los seres humanos. Cuando demostremos el gran camino del amor, verán que realmente somos discípulos de Cristo porque él nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros. Jesús dijo: «Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Como yo los he amado, ustedes también deben amarse los unos a los otros. Por esto todos sabrán que sois mis discípulos: si dejáis espacio al amor »(Juan 13,34-35). Si bien el amor por Cristo dentro de nosotros se transmite a otras personas en prácticamente todas las situaciones de la vida, nuestro lenguaje corporal confirma lo que decimos. Esa es una comunicación eficaz.

Las palabras salen de tu boca con tanta facilidad y son baratas cuando no están respaldadas por tus acciones y actitudes de amor. Cuando te comunicas, ya sea a través de la palabra hablada o escrita, o la forma en que vives, la gente puede ver el amor de Jesús en ti. Un amor que perdona, acepta, sana y llega a todos. Que ese sea tu lenguaje corporal para todas las conversaciones que tengas.

por Barry Robinson