¿Un buen consejo o una buena noticia?

711 buen consejo o buena noticia¿Vas a la iglesia en busca de buenos consejos o buenas noticias? Muchos cristianos consideran que el evangelio es una buena noticia para los inconversos, lo cual, por supuesto, es cierto, pero no se dan cuenta de que también es una excelente noticia para los creyentes. “Por tanto, id y enseñad a todas las naciones: bautizadlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enséñales a obedecer todo lo que os he mandado. Y he aquí, yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28,19-20).

Cristo quiere discípulos que amen conocerlo y que pasen toda la vida aprendiendo a vivir en, a través y con él. Si lo único que escuchamos como creyentes en la iglesia son buenos consejos sobre cómo reconocer y evitar el mal, nos estamos perdiendo una gran parte del evangelio. Un buen consejo nunca ha ayudado a nadie a ser santo, justo y bueno. En Colosenses leemos: "Si habéis muerto con Cristo a los poderes del mundo, ¿por qué permitís que se os impongan estatutos como si aún vivierais en el mundo: No tocaréis esto, no gustaréis esto , no harás este toque? Todo esto debe ser usado y consumido" (Colosenses 2,20-22).

Quizás te sientas inclinado a recordarme que Jesús dijo: ¡Enséñales a guardar todo lo que te he mandado! Así que necesitamos ver lo que Jesús les ordenó a sus discípulos que hicieran. Un buen resumen de lo que Jesús enseñó a sus discípulos sobre el caminar cristiano se encuentra en el Evangelio de Juan: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, ustedes son las ramas. El que permanece en mí y yo en él, lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer" (Juan 15,4-5). No pueden dar fruto por sí mismos. Hemos leído lo que Jesús dijo a sus discípulos al final de su vida: Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. En otras palabras, es solo a través de la asociación y la comunión en una relación íntima con Jesús que podemos obedecerle.

Los buenos consejos nos devuelven a una lucha inútil, mientras que la buena noticia es que Cristo siempre está con nosotros, asegurándose de que triunfemos. Nunca debemos pensar en nosotros mismos como separados de Cristo, porque cada una de nuestras llamadas buenas obras es como un trapo sucio: "Así que todos éramos como inmundos, y toda nuestra justicia como manto inmundo" (Isaías 6).4,5).

En relación con Jesucristo sois oro precioso: «No se puede poner otro fundamento sino el que está puesto, el cual es Jesucristo. Pero si sobre el fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, entonces la obra de cada uno será revelada. El Día del Juicio lo sacará a la luz; porque con fuego se revelará. Y de qué clase es cada obra, el fuego lo mostrará" (1. Corintios 3,11-13). El mensaje de ser uno con Jesús es tan bueno porque cambia nuestras vidas.

por Cristina Campbell