Realizando la realidad de Dios I

“Porque la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que toda espada de dos filos, penetrando hasta partir el alma y el espíritu, los tuétanos y los huesos, y siendo juez de los pensamientos y pensamientos del corazón” (Heb. 4,12). Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14,6). También dijo: "Esta es la vida eterna: conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a quien tú enviaste, Jesucristo" (Juan 17,3). Conocer y experimentar a Dios: de eso se trata la vida.

Dios nos creó para tener una relación con él. La esencia, el núcleo de la vida eterna, es que conocemos a "Dios y conocemos a Jesucristo" a quien Él ha enviado. Reconocer a Dios no viene a través de un programa o un método, sino a través de una relación con una persona.

A medida que se desarrolla la relación, llegamos a comprender y experimentar la realidad de Dios. ¿Es Dios real para ti? ¿Lo experimentas cada momento de cada día?

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Jesús dice: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14,6). Tenga en cuenta que Jesús no dijo: "Te mostraré el camino" o "Te daré un mapa", sino que lo hizo. "Yo soy el camino", Si acudimos a Dios para buscar su voluntad, ¿qué pregunta le gustaría formularle? Señor, muéstrame lo que debo hacer según tu voluntad? ¿Cuándo, cómo, dónde y con quién? Muéstrame lo que va a pasar. O: Señor, solo dígame un paso a la vez, luego lo implementaré. Si sigues a Jesús un día a la vez, ¿estarás en el centro mismo de la voluntad de Dios para tu vida? Si Jesús es nuestro camino, entonces no necesitamos otras pautas o un mapa de ruta. 

Dios te invita a unirte a él en su obra.

“Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas serán vuestras. Así que no te preocupes por el mañana, porque el mañana se arreglará solo. Basta que cada día tenga su propia plaga" (Mateo 6,33-34).

Dios es absolutamente confiable

  • así que quieres seguir a Dios un día a la vez
  • Así que incluso lo seguirás si no tienes detalles.
  • para que permitas que sea tu camino

 “Porque Dios es quien en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2,13). Los relatos bíblicos muestran que Dios siempre toma la iniciativa cuando involucra a las personas en su obra. Cuando vemos al Padre trabajando a nuestro alrededor, esta es nuestra invitación de él para unirnos a él en este trabajo. A la luz de esto, ¿puedes recordar momentos en los que Dios te invitó a hacer algo y no respondiste?

Dios está constantemente trabajando a tu alrededor.

“Pero Jesús les respondió: Mi Padre trabaja hasta el día de hoy, y yo también trabajo... Entonces respondiendo Jesús, les dijo: De cierto, de cierto os digo: El Hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que ve al padre hacer; porque lo que él hace, el hijo también lo hace de la misma manera. Porque el padre ama a su hijo y le muestra todo lo que hace, y aun mayores obras le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis" (Juan 5,17, 19-20).

Aquí hay un modelo para tu vida personal y para la iglesia. De lo que habló Jesús fue de una relación de amor a través de la cual Dios logra sus propósitos. No tenemos que averiguar qué hacer para Dios porque Él siempre está trabajando con nosotros. Debemos seguir el ejemplo de Jesús y mirar a Dios por lo que hace a cada momento. Nuestra responsabilidad es entonces unirse a nuestra fábrica.

¡Busca donde Dios está obrando y únete a él! Dios busca contigo una relación de amor duradera que sea real y personal: “Jesús le respondió: 'Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y ​​con toda tu mente.' Este es el mandamiento más alto y más grande" (Mateo 22,37-38).

Todo acerca de su vida cristiana, incluyendo conocerlo, experimentarlo y discernir su voluntad, depende de la calidad de su relación de amor con Dios. ¿Puedes describir la relación de amor con Dios simplemente diciendo: "Te amo con todo mi corazón"? Dios nos creó para tener una relación de amor con Él. Si la relación no está bien, todo lo demás en la vida no lo estará. ¡Una relación de amor con Dios es más importante que cualquier otro factor en tu vida! 

Libro básico: “Experimentando a Dios”

por Henry Blackaby