Relaciones: Modelo de Cristo

495 relaciones después del modelo christi.“Porque por la ley yo morí para la ley, a fin de vivir para Dios. Estoy crucificado con Cristo. Yo vivo, pero no yo, sino que Cristo vive en mí. Porque lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2,19-20).

Había serios problemas espirituales en la iglesia de Corinto. Ella era una iglesia ricamente dotada, pero su comprensión del evangelio estaba dañada. Obviamente había "mala sangre" entre los corintios y Pablo. Algunos cuestionaron el mensaje del apóstol y su autoridad. También había demarcaciones entre hermanos que pertenecían a diferentes clases sociales. La manera en que "celebraron" la Cena del Señor fue exclusiva. A los ricos se les dio un trato preferencial mientras que otros fueron excluidos de la participación real. Se practicaba un partidismo que no seguía el ejemplo de Jesús y violaba el espíritu del evangelio.

Si bien Jesucristo está ciertamente en el centro de la celebración de la Cena del Señor, no debemos ignorar la importancia que Dios concede a la unidad del cuerpo de creyentes. Si somos uno en Jesús, también deberíamos ser uno con el otro. Cuando Pablo habló del verdadero aprecio por el cuerpo del Señor (1. Corintios 11,29), también tenía este aspecto en mente. La Biblia trata sobre las relaciones. Conocer al Señor no es solo un ejercicio intelectual. Nuestro caminar diario con Cristo debe ser sincero, intenso y real. Siempre podemos confiar en Jesús. Somos importantes para él. Nuestras risas, nuestras preocupaciones, lo ve todo. Cuando el amor de Dios toca nuestras vidas y probamos su indescriptible gracia celestial, la forma en que pensamos y actuamos puede cambiar. Queremos ser el pueblo santo que imaginó nuestro Salvador. Sí, tenemos que lidiar con nuestros pecados personales. Pero en Cristo hemos sido declarados justos. A través de nuestra unidad y nuestra participación en ella, nos reconciliamos con Dios. En él fuimos santificados y justificados y se quitó la barrera que nos alejaba de Dios. Cuando pecamos según la carne, Dios siempre está dispuesto a perdonar. Dado que estamos reconciliados con nuestro Creador, también queremos reconciliarnos entre nosotros.

Es probable que algunos de nosotros tratemos los desacuerdos que se han acumulado entre parejas, hijos, familiares, amigos o vecinos. A veces este es un paso difícil. El orgullo obstinado puede bloquear nuestro camino. Requiere humildad. A Jesús le gusta ver a su pueblo esforzarse por la armonía siempre que sea posible. Cuando Jesús regrese, un evento dirigido a la Santa Cena, seremos uno con él. Nada nos separará de su amor, y estaremos seguros en su cuidado por toda la eternidad. Queremos alcanzar a los heridos en este mundo y hacer nuestra parte para hacer que el reino de Dios sea visible en todos los ámbitos de la vida actual. Dios por nosotros, con nosotros y por nosotros.

por santiago lange


pdfRelaciones según el ejemplo de Cristo.