La gracia de dios

Gracia xnumxGracia es la primera palabra de nuestro nombre porque describe mejor nuestro camino individual y colectivo hacia Dios en Jesucristo a través del Espíritu Santo. “Más bien, creemos que por la gracia del Señor Jesús somos salvos, así como ellos” (Hechos 15:11). Somos "justificados sin mérito por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús" (Romanos 3:24). Solo por gracia Dios (a través de Cristo) nos permite compartir su propia justicia. La Biblia nos enseña consistentemente que el mensaje de fe es un mensaje de la gracia de Dios (Hechos 1 Cor.4,3; 20,24; 20,32).

La base de la relación de Dios con el hombre siempre ha sido la gracia y la verdad. Si bien la ley fue una expresión de estos valores, la gracia de Dios en sí misma se expresó plenamente a través de Jesucristo. Por la gracia de Dios somos salvos solo por Jesucristo y no por guardar la ley. La ley por la cual todo hombre es condenado no es la última palabra de Dios para nosotros. Su última palabra para nosotros es Jesús. Él es la revelación perfecta y personal de la gracia y la verdad de Dios que dio libremente a la humanidad.

Nuestra condenación bajo la ley es justa y justa. No logramos un comportamiento justo por nuestra propia voluntad, porque Dios no es prisionero de sus propias leyes y legalidades. Dios en nosotros obra en la libertad divina según su voluntad. Su voluntad se define por la gracia y la redención. El apóstol Pablo escribe: “No desecho la gracia de Dios; porque si la justicia es por la ley, en vano murió Cristo” (Gálatas 2:21). Pablo describe la gracia de Dios como la única alternativa que no quiere desechar. La gracia no es algo para ser pesado, medido y trocado. La gracia es la bondad viva de Dios, a través de la cual Él persigue y transforma el corazón y la mente humana. En su carta a la iglesia en Roma, Pablo escribe que lo único que estamos tratando de lograr con nuestro propio esfuerzo es la paga del pecado, que es la muerte misma, esa es la mala noticia. Pero también hay uno particularmente bueno, porque “la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:24). Jesús es la gracia de Dios. Él es la salvación de Dios dada gratuitamente para todas las personas.