La Fiesta de la Ascensión de Jesús

712 la fiesta de la ascensión de JesúsDurante cuarenta días después de su pasión, muerte y resurrección, Jesús se mostró vivo repetidamente a sus discípulos. Pudieron experimentar varias veces la aparición de Jesús, incluso a puerta cerrada, como el resucitado en forma transfigurada. Se les permitió tocarlo y comer con él. Les habló del reino de Dios y de cómo será cuando Dios establezca su reino y complete su obra. Estos eventos iniciaron un cambio fundamental en la vida de los discípulos de Jesús. La ascensión de Jesús fue la experiencia decisiva para ellos y se elevó a la "Fiesta de la Ascensión", que sólo se celebra desde el siglo IV.

Muchos cristianos creen que Jesús resucitado permaneció en la tierra 40 días y se retiró a la seguridad del cielo en la Ascensión porque había terminado su obra en la tierra. Pero esa no es la verdad.

Con su ascensión al cielo, Jesús dejó claro que seguirá siendo hombre y Dios. Esto nos asegura que Él es el Sumo Sacerdote que conoce nuestras debilidades como está escrito en Hebreos. Su ascensión visible al cielo nos asegura que no ha desaparecido simplemente, sino que continúa funcionando como nuestro Sumo Sacerdote, Mediador y Mediador. La naturaleza misma de la Expiación en sí misma no se trata solo de lo que hizo Jesús, sino de quién es Él y quién será para siempre.

La Biblia registra el evento de la Ascensión en Hechos: “Recibiréis poder cuando el Espíritu Santo esté sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. Y dicho esto, fue alzado delante de sus ojos, y una nube lo alzó de delante de sus ojos” (Hechos 1,8-9).

Los discípulos miraban atentamente al cielo cuando de repente dos hombres vestidos de blanco se pararon junto a ellos y les hablaron: ¿Por qué estáis aquí parados mirando al cielo? Este Jesús, que ha sido arrebatado de entre vosotros al cielo, así vendrá otra vez como le habéis visto ir. Estos versículos aclaran dos puntos básicos: primero, Jesús desapareció en una nube y ascendió al cielo, y segundo, regresará a esta tierra.
Paul agrega otra perspectiva a estos aspectos que queremos considerar con más detalle. Por su gran amor por nosotros, Dios, que es rico en misericordia, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados y fuimos salvos por su gracia. Como resultado, espiritualmente hablando, fuimos llevados con Jesús al cielo: “Él nos resucitó y nos instaló con nosotros en el cielo en Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia. por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús” (Efesios 2,6-7).

Aquí Pablo explica las implicaciones de la nueva vida que tenemos en unión con Jesucristo. En sus cartas, Pablo a menudo usa la frase "en Cristo" para ayudarnos a comprender nuestra nueva identidad. Estar en Cristo significa participar no solo en la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, sino también en Su ascensión, a través de la cual vivimos con Él espiritualmente en los lugares celestiales. Estar en Cristo significa que Dios Padre no nos ve en nuestros pecados, sino que primero ve a Jesús cuando nos ve en él. Él nos ve con y en Cristo, porque eso es lo que somos.
Toda la seguridad del evangelio no reside simplemente en nuestra creencia o en seguir ciertos preceptos. Toda la seguridad y el poder del evangelio radica en que Dios lo hace "en Cristo". Pablo enfatizó aún más esta verdad en Colosenses: "Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Buscad lo de arriba, no lo de la tierra. porque estáis muertos, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios" (Colosenses 3,1-3).

Concéntrate en las cosas de arriba, no en las cosas terrenales. Estar en Cristo significa que, como cristianos, vivimos en dos reinos: el mundo físico de la realidad cotidiana y el "mundo invisible" de la existencia espiritual. Todavía no estamos experimentando la gloria plena de nuestra resurrección y ascensión con Cristo, pero Pablo nos dice que eso no es menos real. Se acerca el día, dice, en que Cristo aparecerá, y en ese día experimentaremos plenamente la realidad de quienes nos hemos convertido.

Dios no solo perdonó nuestros pecados y luego nos dejó para tratar de ser justos. Dios nos dio vida con Cristo aun cuando estábamos muertos en nuestras transgresiones. Luego nos resucitó con Cristo y nos hizo sentar con él en los lugares celestiales. Ya no somos lo que somos solos, sino lo que somos en unión con Cristo. Compartimos todo lo que él logró por nosotros, por nosotros y en nuestro nombre. ¡Pertenecemos a Jesucristo!

Esta es la base de su confianza, su firme creencia, confianza y firme esperanza. Dios os ha formado en unidad con Cristo para que en él podáis participar de la relación de amor que Jesús ha tenido con el Padre y el Espíritu Santo desde la eternidad. En Jesucristo, el Hijo Eterno de Dios, eres el hijo amado del Padre y Él se deleita en ti. El Día de la Ascensión Cristiana es un buen momento para recordarte estas buenas noticias que cambian la vida.

por Joseph Tkach