El Espíritu Santo - ¿Funcionalidad o personalidad?

036 el espíritu santoEl Espíritu Santo se describe a menudo en términos de funcionalidad, tales como: Poder o presencia de Dios o acción o voz. ¿Es esta una forma adecuada de describir la mente?

Jesús también es descrito como el poder de Dios (Filipenses 4,13), la presencia de Dios (Gálatas 2,20), la acción de Dios (Juan 5,19) y la voz de Dios (Juan 3,34). Sin embargo, hablamos de Jesús en términos de personalidad.

Las Sagradas Escrituras también atribuyen rasgos de personalidad al Espíritu Santo y posteriormente elevan el perfil del espíritu más allá de la mera funcionalidad. El Espíritu Santo tiene voluntad (1. Corintios 12,11: "Pero todo esto lo hace el mismo espíritu y asigna a cada uno lo suyo como quiere"). El Espíritu Santo escudriña, sabe, enseña y discierne (1. Corintios 2,10-13).

El Espíritu Santo tiene emociones. El espíritu de gracia puede ser injuriado (Hebreos 10,29) y entristecerse (Efesios 4,30). El Espíritu Santo nos consuela y, como Jesús, se llama ayuda (Juan 14,16). En otros pasajes de la Escritura, el Espíritu Santo habla, ordena, testifica, se le miente, interviene, se esfuerza, etc. Todos estos términos están en armonía con la personalidad.

Bíblicamente hablando, el espíritu no es un qué, sino un quién. La mente es "alguien", no "algo". En la mayoría de los círculos cristianos, se hace referencia al Espíritu Santo como "él", lo que no debe entenderse como una indicación de género. Más bien, "él" se usa para indicar la personalidad del espíritu.

La divinidad del espíritu.

La Biblia atribuye cualidades divinas al Espíritu Santo. No se le describe como de naturaleza angelical o humana. Trabajo 33,4 comenta: "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Todopoderoso me dio vida". El Espíritu Santo crea. El espíritu es eterno (Hebreos 9,14). Él es omnipresente (Salmo 139,7).

Investigue las Escrituras y verá que el Espíritu es omnipotente, omnisciente y da vida. Todas estas son propiedades de la naturaleza divina. En consecuencia, la Biblia describe al Espíritu Santo como divino.