El milagro de Pentecostés

El milagro de PentecostésEl milagro de Pentecostés ha enviado su luz. El nacimiento o encarnación del Hijo de Dios, Jesús, fue la culminación del amor de Dios. Jesús encarnó este amor hasta el final cuando se sacrificó por nosotros en la cruz para borrar nuestros pecados. Luego resucitó como vencedor de la muerte.

Cuando Jesús habló con anticipación de estos próximos eventos a sus apóstoles, ellos no entendieron lo que estaba tratando de decirles. Estaban completamente confundidos acerca de los eventos anunciados. También cuando oyeron: "Si me amáis, os alegraríais de que yo vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo" (Juan 14,28), estas palabras eran un acertijo incomprensible para ella.

Justo antes de que Jesús desapareciera de la vista en una nube ante los ojos de los apóstoles en su ascensión, les prometió que recibirían el poder del Espíritu Santo. El Espíritu Santo vendría sobre ellos y entonces serían sus testigos.

El día de Pentecostés estaban reunidos los apóstoles y los discípulos. De repente, un estruendo del cielo, acompañado de un fuerte viento, llenó la casa. “Y se les aparecieron lenguas como de fuego, que se dividieron y asentaron sobre cada uno de ellos” (Hechos 2,3 Biblia del carnicero). Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a predicar en diferentes idiomas.

Entonces Pedro tomó la palabra y proclamó el evangelio sobre la salvación de las personas que creen en Jesús y su obra de salvación: personas que dejan su camino equivocado, escuchan al Espíritu Santo y hacen lo que él pone en sus corazones. Han sido ricamente dotados de amor y viven en paz, alegría y una relación inquebrantable con Dios.

El milagro de Pentecostés también puede transformar tu vida con poder divino a través del Espíritu Santo. Te permite dejar tu vieja naturaleza pecaminosa en la cruz con tus pesadas cargas. Jesús pagó por esto con su sacrificio perfecto. Fueron liberados de esa carga, redimidos y llenos del Espíritu Santo. Puedes inspirarte en las palabras del apóstol Pablo que transformarán toda tu vida: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; lo viejo ha pasado, he aquí lo nuevo ha llegado" (2. Corintios 5,17).

Si crees en estas palabras y actúas en consecuencia, habrás experimentado tu renacimiento como una nueva persona. El amor de Dios obrará en ti el milagro de Pentecostés cuando aceptes esta verdad por ti mismo.

por Toni Puntener


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